El Celta, pendiente de ajustes

08.08.2013 17:02

 

El Celta regresa de Vilalba con algunas dudas. A menos de dos semanas para el comienzo de Liga, el conjunto de Luis Enrique cayó derrotado ante el Sporting de Gijón en su penúltimo amistoso de pretemporada. Los célticos jugaron quizá su peor partido en este verano, demostrando que todavía queda mucho por delante para alcanzar su mejor versión y que la adaptación a la idea que pretende implantar el nuevo entrenador está en una fase inicial.

Luis Enrique apostó por el 5-3-2, esta vez durante los noventa minutos del encuentro, aunque con varias novedades en lo que a nombres se refiere. Destacó la presencia de dos jugadores del filial que todavía no habían disputado un solo minuto esta pretemporada como David Soto y Javi Rey, que actuaron en el centro y en la medular respectivamente. Sorprendió la posición del exjugador del Lugo, que actuó más liberado que lo que es habitual, dejando el rol de pivote a Álex López.

Tras unos primeros minutos dubitativos que pudieron ocasionar un disgusto a Sergio tras un disparo de Mendy, el Celta fue asentándose y dejó algún detalle para el optimismo, especialmente en las botas de Nolito y Madinda, los dos mejores célticos en A Magdalena. De las botas del andaluz surgieron las mejores oportunidades para los celestes, primero tras rematar mal con poco ángulo un centro desde la derecha de David y después invirtiéndose ambos los roles, con un envío espectacular a la espalda de la defensa que el talaverano, después de un gran movimiento de desmarque, envió fuera ante la salida de Alberto García.

El partido entró en una fase de tanteo entre ambos equipos, más preocupados por resguardar la posición que de lanzarse hacia adelante, una constante especialmente en los de Luis Enrique, que apenas llegaba con gente al campo contrario, algo que se podría achacar también a la carga física de los entrenamientos.

Cuando agonizaba la primera mitad, llegó la acción que sería finalmente determinante en el encuentro. Un fallo de Bellvís en el control en la salida de balón tras el saque de Sergio dejó el esférico en poder del Sporting. Carmona recibió pegado a la línea de cal y tras una maniobra ante Túñez y el propio Bellvís, muy tibios para intentar defender el centro del sportinguista, encontró en el corazón del área a Jara, que prácticamente sin oposición fusiló a Sergio con un potente disparo que se coló por la escuadra izquierda de la portería. El segundo gol que encajaba el Celta en la pretemporada después del recibido en el estadio do Dragao ante el Porto.

Antes del paso por vestuarios, Madinda, muy activo y dejando muy buenos movimientos en sus acciones, encontró hueco desde casi treinta metros para sacar un potente disparo que fue repelido por Alberto a córner, en la última acción reseñable de la primera mitad.

Tras el tiempo de descanso, Luis Enrique movió el banquillo y dio entrada a Borja Oubiña y Charles, aunque no varió el dibujo táctico pese a la necesidad de buscar más opciones arriba. El Celta seguía sin encontrarse cómodo y no encontraba la fluidez necesaria para desarmar a un Sporting muy bien colocado, que manejaba con calma el balón y esperaba una oportunidad en algún contraataque para sentenciar el choque.

Tras una falta lejana que se fue arriba por medio de Álex López, que pudo jugar a pesar de las molestias que arrastraba desde principios de esta semana, comenzó el carrusel de cambios. El técnico asturiano únicamente mantuvo en el campo a Sergio, Túñez y David, que completaron la totalidad del encuentro.

Estas modificaciones apenas tuvieron incidencia en el desarrollo del choque. La aparición de Toni en lugar de Bellvís pretendía dar mayor profundidad por banda izquierda pero el coruñés, a diferencia de en los amistosos anteriores, apenas pudo llegar con peligro a línea de fondo para colocar algún centro que pudiesen rematar los atacantes del conjunto vigués.

Augusto y Krohn, que volvieron a actuar como interiores escoltando a Borja Oubiña, intentaban meter una marcha más pero el peligro moría muy lejos de la portería de Cuéllar, que había reemplazado a Alberto en el descanso. La entrada del canterano Pablo Pérez, que al igual que Soto y Rey también debutaba en esta pretemporada, pareció dar algo más de aire en la banda derecha. El de Verín encontró a Augusto en un par de ocasiones pero el argentino, todavía sin esa chispa necesaria para sorprender, no atinó en el remate dentro del área ante la presión de Iván Hernández.

El Celta buscaba reaccionar y romper la mala racha de cara a la portería contraria. En los cuatro partidos que ha disputado hasta el momento, solo ha conseguido perforar la red en una ocasión, gracias a Augusto en la primera prueba del verano, disputada ante el Coruxo en el Centro de Estagios de Melgaço. Desde aquel día, la pólvora sigue mojada, una situación que debe ser contrarrestada cuanto antes para evitar que las dudas se apoderen de la mente de los célticos, que veían como se quedaban sin opciones de dar una alegría a los aficionados célticos que se desplazaron hasta A Magdalena.

En el tiempo de descuento, incluso el Sporting pudo aumentar su renta gracias a una buena llegada por banda que terminó con un envió hacia Casquero, que disparó sin oposición pero que se encontró con la fenomenal respuesta de Sergio, que envió el balón a saque de esquina.

Terminaba así el cuarto y penúltimo examen de un Celta que sigue sin disipar las dudas que le acompañan en esta pretemporada, ligadas al rendimiento ofensivo que está ofreciendo, tal y como atestiguan las cifras goleadoras y las pocas oportunidades de la que están disponiendo los atacantes celestes. Diez días, los que faltan para que el Espanyol visite Balaídos en la primera jornada, es el plazo que tiene Luis Enrique para que la maquinaria esté a punto.

 

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